¿Son nuestros cuerpos el templo del Espíritu Santo? Sí y a lo mejor necesitamos hacer algún mantenimiento en ese edificio. Nuestros cuerpos NO nos pertenecen, le pertenecen a Dios. Nuestras familias deben ser diferentes. Escuche, LA SALUD DE LA FAMILIA, que anima a su familia a permanecer firme en los asuntos de la fe, las distracciones y la salud.